Tratamiento del Cáncer de Pulmón

Hoy en día, el tratamiento del cáncer tiende a ser individualizado: utiliza todos los recursos terapéuticos disponibles para aportar a cada paciente la mejor terapia posible.

Ésta será determinada por el médico, en base al tamaño y la localización del tumor, si ya se ha diseminado o si aún está localizado en el pulmón, y al estado de salud general del paciente. De todos modos, dado que el diagnóstico suele suceder en estadios avanzados, el tratamiento pocas veces puede ser totalmente curativo.

Elección del tratamiento

En el tratamiento del cáncer de pulmón se sigue un protocolo, es decir, un conjunto de normas y pautas establecidas en base a la experiencia científica más actual para tratar este tumor.

Estos protocolos, que se emplean de forma generalizada en todos los hospitales, recogen las indicaciones o limitaciones del tratamiento en función de los siguientes factores:

  • Fase o estadio en la que se encuentra la enfermedad (TNM).

  • Tipo de tumor: tumor de células pequeñas o no pequeñas (histología) y alteraciones genéticas.

  • Características del paciente: edad, enfermedades que dificulten algún tratamiento específico, estado funcional…

El tratamiento propuesto por el especialista no va a ser el mismo en todos los pacientes. Un equipo multidisciplinario de médicos suele trabajar para determinar el mejor tratamiento para cada paciente: es el Comité Oncológico, compuesto por oncólogos, neumólogos, cirujanos, radiólogos, anatomopatólogos y radioterapeutas.

Opciones de tratamiento

Cirugía

Continúa siendo el primer tratamiento, o tratamiento de elección para los estadios I, II y algunos estadios III seleccionados. Existen tres tipos de intervenciones quirúrgicas básicas en el tratamiento del cáncer del pulmón, según el tamaño, la localización del tumor, cuán avanzado está el cáncer, el estado general del paciente, etc. La resección segmentaria o en cuña extirpa sólo una pequeña parte del pulmón; la lobectomía es la extirpación de un lóbulo entero del pulmón y la neumonectomía es la extirpación de un pulmón completo. Después de que el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, es posible que algunos pacientes reciban quimioterapia o radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa que quede. El tratamiento que se administra después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.

• Efectos secundarios

Las técnicas de cirugía utilizadas para tratar el cáncer de pulmón son operaciones de cirugía mayor. Tras la cirugía de pulmón, aire y líquidos tienden a juntarse en el tórax. El dolor en el tórax y en el brazo, y la dificultad para respirar son los efectos secundarios más frecuentes en la cirugía de cáncer de pulmón. Los pacientes necesitan con frecuencia ayuda para darse la vuelta en la cama, para toser y para respirar con profundidad. Realizar estas actividades es importante para la recuperación, porque ayudan a que se expanda el trozo de pulmón que queda, y a que se desaloje el exceso de aire y de líquido.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación.

• Efectos secundarios

Los fármacos utilizados en quimioterapia (fármacos citotóxicos) afectan tanto a las células normales como a las células cancerosas. Los efectos secundarios dependen en gran parte de cada fármaco y de la dosis utilizada (cantidad de fármaco que se administra). Los efectos secundarios que con más frecuencia se asocian a la quimioterapia son las náuseas y vómitos, la diarrea, la pérdida del pelo, las llagas en la boca y la fatiga. El tratamiento suele darse en un número definido de “ciclos”, dado que el beneficio de recibir quimioterapia de forma continua no compensa la toxicidad acumulada.

Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan.

• Efectos secundarios

Al igual que la quimioterapia, este tratamiento tiene también el inconveniente de que afecta a las células normales a la vez que a las cancerosas. Además, los efectos secundarios de la radioterapia dependen de la parte del cuerpo que es tratada por la radiación, y de la dosis administrada. Los efectos secundarios más frecuentes de la radioterapia son sequedad e irritación de la garganta, dificultad para tragar alimentos, fatiga, cambios en la piel en el área de tratamiento, y pérdida del apetito. Si el objetivo de la radioterapia son las metástasis cerebrales del cáncer de pulmón, y se irradia la cabeza, el paciente puede tener además dolores de cabeza, fatiga, náuseas y vómitos, pérdida de pelo y/o dificultades con los procesos de la memoria y del pensamiento

Terapias Dirigidas

Se está avanzando rápidamente en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de pulmón.

En cuanto al tratamiento, existen ya algunos fármacos biológicos, o terapias dirigidas, aprobados por las autoridades sanitarias para su uso contra diferentes tipos de cáncer, aunque muchos están aún en fase de investigación.

Son un grupo de medicamentos utilizados en la lucha contra el cáncer que disponen de un mecanismo de acción con unas características comunes.

Mientras que la quimioterapia clásica destruye indiscriminadamente todas las células del cuerpo que tienen un crecimiento o reproducción rápida (las células tumorales y también algunas células sanas, como las células intestinales o las células precursoras de las células sanguíneas, en la médula ósea), lo que es la causa de muchos efectos secundarios, todas estas nuevas terapias actúan en un momento específico del crecimiento y del desarrollo del propio tumor, atacando o bloqueando unas dianas específicas.

Los agentes dirigidos suelen producir diferentes efectos secundarios que la quimioterapia estándar pues, mientras que, como hemos visto, la quimioterapia clásica ataca a las células sanas y a las cancerosas sin diferencia, lo que conlleva importantes efectos tóxicos, estos nuevos fármacos se dirigen específicamente a las células cancerosas.

Inmunoterapia

La inmunoterapia es un tratamiento en el que se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias elaboradas por el cuerpo o producidas en el laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Este tratamiento para el cáncer es un tipo de terapia biológica.20 21